25/2/07

Manzanas rojas en el mar de amor

Mentí, asusté al tiempo,
Me dejaron solo meando calles,
Bienvenido al valle de la vuelta de tuerca,
Intenta salir por la vieja carretera de baches

Déjame mostrar cuánto te quiero
Y cuánto debí quererte antes,
pero no ahora; mentí en el pasado (sic);

Los rizos cobrizos son más astutos que los blancos
Que los negros o los rubios o los incoloros
pero las manzanas rojas naufragan en el mar del amor
y sus cuerpos son duros como esperanzas vírgenes
y brillantes

Con zapatos nuevos voy y te compro chocolates
Y oigo por las colinas las palabras de tus suelas
Pongo las orejas en la tierra, las olas de tus ojos
Me abanican las pisadas del sueño que no concilio

Recuerdas la vida? Aquella terca ceremonia…
Empeñados en seguir hablando de cuánto necesito
De lo que nunca ha hecho falta, y cuánto detestamos
Lo que siempre nos ha gustado: torpes, jóvenes, asustados.

Siempre buscando mares donde varar tranquilo y solo

A veces mi cabeza es el cuarto acolchado del Cuco,
Las canciones se mastican pero no se pueden deglutir,
Voy conduciendo dentro de una caja resonante
Del hueco del corazón del niño viejo donde no hay espacio
Ni para latidos ni efemérides ni naufragios

Qué frío hace esta fría noche de invierno friolero,
Hoy no sirve el viejo Cormac, ni oir el gatuno celo,
ni ninguna peli de indios tontos y listos pistoleros,
no me sirve el mar de amor, ni el sol de cielos,
ni si quiera sirve plegar tu credo en dos, en tres, en cientos…

Hoy, parece, chica pistolera, que ya no te quiero


23/2/07


Cosas

No hay un lugar exacto que pueda describir. En serio. Hoy es un día triste. Pero mucho más alegre que otros pasados. Estoy solo, con la sombra del gato recortada sobre la frente. Se afana por huir por tejados siniestros. Un velero surca mis labios, pero me impido pronunciar la palabra. Hoy la mosca de mis ojos no me molesta, porque escucho a leones dorados rugiendo su hambre dentro del mundo, se espanta la sed, se sacia toda querencia...Recuerdo los churros del domingo, el aterdecer de aquella mortecina estación, el color de todas las horas del día guardadas en su pelo, pero soy incapaz de describir nada más...

Con quién? Una llamada...

Soy un hombre lento, no me doy cuenta. Para los trámites, los sentimientos, para el arroz,
el cordero asado, para contestar a Caín y amar al Abel, para los chistes o para los besos...Siempre me cuestan sangre, sudor y tiempo. Ese gustoso quehacer es inalcanzable para la gente que ansía los días o el calado de buques, estar con mil gentes, las olas del mar, que vienen rodando y luego se largan; como todas las cosas. Las cosas son sin nosotros, estarán ahí después, no quieren nombres, han estado así siempre, antes, durante, más tarde..las cosas no tienen rostro, ni voz, ni tiempo, no tienen pasado y entienden cómo las olas se acercan para poco después coger su petate...

No lo entiendes? Yo soy tan sólo otra cosa, por eso soy lento, por eso me quieres.

Black Dog is thinking about you

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