21/8/07

Punto de mira


He pasado la mañana eligiendo las minas
con las que suicidaré la comprensión paternal, eligiendo
el grosor de las rayas que escribirán los poemas del viaje
tan atormentado como real y enérgico y olvidado de mi vida


un catálogo tedioso y espiritual de marcas al pie
que permiten desarrollar macabras tenazas sobre mi cerebro
de plastilina y café desvaído, multicolor, panceta y ciruelo,
rayo con la pluma, oigo y escribo mi piel, se estremece mi piel

como al oir el sonido del árbol caído, rememoro agónico,
escindido de todo intento por cambiar algo, todo, morir, o lo que sea,
porque el camino se estrecha plegamos las manos: haced lo debido

porque no hay nada más terco que un hombre carnaza cuya alma
apeste a zorruno y sepa bien cierto que la tramoya vital es ajena a los tiempos,
que estamos aquí de prestado, que no hay lugar al silencio....


Ven y sube conmigo al tejado, tejamos allí la espiral, miremos al cielo,
la magia de todo esto reside en que no tenemos cojones de renunciar al sufrimiento.
Y ya está. Y es acerca de escribir y follar. Y es acerca de soledad y alegrías.
Y ya está.

Black Dog is thinking about you

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