14/10/06

David

Las cosas. Es difícil imaginar la dulce rendición. Las calles tocando mis manos. Mil pesetas: café, comer, máquinas, futbolín, pitillos tres, y dulcemente me rendía a la perdición del día desconocido: donde no había madres y el dinero nos pertenecía aunque no nos lo mereciéramos. Soy un fatal amigo pero me acuerdo de tí. El ángel que me alumbra está tan cerca de las cosas que nunca fuimos que reconozco la piedad en él: no nos reprochará tanto talento perdido.

Black Dog is thinking about you

Black Dog is thinking about you