Mantequillaje

Las cosas se almacenan en neveras mientras croan ranas en la ducha
que me despiertan y acarician las orejas: su dulce cabello cubre mi pecho;
y los sentimientos también; expertos en paté de cuerpos sobrios;
el rumor del sexo se hace espeso y se hunta como una dulce mantequilla
que cubre el paso del tiempo que sufre mi alma desalada...es mantequillaje.
Acabo de descubrirlo. Y tú lo conoces muy bien.

No recordaba el sabor: tostadas de aceite y jamón, pan negro, mucho café
y sábado melón, justo antes de la primera cerveza, mantequillaje y jergón...
Por fin río del ímpetu de las aguas tempestuosas...O algo así de rimbombante
mientras se escapan los recuerdos por las oes de la ventanilla de socorro.
Los adioses del domingo. Y tú los conoces tanto como yo.

Justo como antes; pero mejor, porque no tengo miedo a caer.
Es este momento el de las plegarias alegres por las veces que no te tuve,
casi mejor que aquellas que te disfruté; y de tí justo lo contrario...Has llegado
con la soltura de los pájaros que nadan de dos en dos escribiendo sueños.
Parque de las matanzas y cochinera. Y tú mejor que yo.

Ahora me alimento de mantequillaje optimístico y resuelto;
dónde guardé mi ropa entonces? dónde? Menos mal que llegaste...